Este artículo lo escribo para reivindicar los derechos de los pacientes, ante el abuso padecido por el poder de algunos funcionarios de la sanidad pública.
Para hacer un análisis de las causas, hay que hacer referencia a todos los estamentos implicados en la sanidad.
Empezaremos por los que nos gobiernan. Para los gobernantes la sanidad es una patata caliente, donde ejecutar el control y la gestión, es algo para lo que no están preparados, aunque antes de llegar al gobierno y, dentro de sus programas electorales, son unos magos de la gestión de los fondos públicos. Para solucionar el problema, y no enfrentarse a su verdadero problema, que son los sindicatos, el despilfarro en la gestión, y las castas de algunos funcionarios de la sanidad , crean la GESTIÓN PRIVADA DE LA SANIDA, solución a la que se apuntan la mayoría de partidos políticos de este país. Esta solución aparte de quitarles un dolor de cabeza, puede en algunos casos generarles beneficios económicos y favores.
El segundo estamento implicado es el personal sanitario, me refiero a los médicos y ATS. Algunos ejercen por tradición familiar, otros por que algo hay que ser para ganarse la vida, y otros por que son unos profesionales y se creen lo que hacen, salvo estos últimos, los demás son meros funcionarios, que ejercen su trabajo pensando que los pacientes son meros números, y además, si van uniformados se creen los reyezuelos de su reino de taifas, llegando en algunos casos a tratar a los pacientes de forma vejatoria. Por otro lado esta su rendimiento, que medido en porcentaje sobre la cantidad de dinero que cobran, seguramente no se merecen más de un 30%. El problema para solucionar esta desidia e incompetencia radica en que, quien los controla es su compañero de profesión y, entre colegas no hay que hacerse daño.
El tercer estamento son los sindicatos. La mayoría de los sindicalistas de la sanidad pública, salvo honrosas excepciones, se dedican a gastar su tiempo sindical, en cosas que no tienen nada que ver con la defensa de la sanidad o sus afiliados, lo dedican a buscar la forma de seguir viviendo del cuento sin pegar ni golpe, por lo que su esfuerzo lo dirigen a criticar a los otros sindicatos, para ser los mayoritarios y manejar el cotarro.
El cuarto estamento son los pacientes. Los pacientes la mayoría de las veces no reclaman sus derechos ante los abusos, se callan y tragan o en el peor de los casos, se limitan a montar un espectáculo bochornoso de insultos e improperios perdiendo todos sus derechos y razones.
Si la solución a estos problemas pasa por la implantación de una gestión privada de la sanidad pública, los resultados serán evidentes, previsibles y a corto plazo, siendo los siguientes:
Los gobernantes de turno no pondrán más dinero para pagar los nuevos gestores privados, por lo que estos deberán reducir costes de una forma incontrolada para obtener beneficios, no hay que olvidar que para ellos la sanidad es un mero negocio.
El personal sanitario estará más controlado y con más presión a la hora de rendir, por lo que trataran peor a los pacientes.
Los sindicatos seguirán luchando por su supervivencia, sin importarles la sanidad.
Los pacientes peor atendidos, sin apenas derechos y tendiendo a la sanidad privada de los Estados Unidos, cuando ellos quieren copiar la nuestra.Reivindico una sanidad pública controlada y sin intereses económicos de empresas privadas y partidos políticos.
No comments:
Post a Comment