La presidenta regional de
Madrid Cristina Cifuentes pidió a la alcaldesa de Barcelona Ada Colau que sea
contundente en el rechazo a la violencia contra el turismo.
Yo estoy de acuerdo en que la
violencia (palabra repetida hasta la saciedad en todos los medios de
comunicación), no puede ser un argumento para la defensa de las agresiones que
en nuestro país pueda ocasionar un turismo descontrolado y, dicho esto y,
siguiendo mi forma de análisis de no creerme nada de lo que me dicen y sobre
todo los medios de comunicación, la gravedad de alguien que pincha una rueda de
una bicicleta (sin que se le vea la cara), o que ponga una pegatina en un
vehículo de alquiler, o que paren un tren turístico un grupo de jóvenes
vestidos de payasos dando un toque alegre a la reivindicación, pues que quieren
que les diga ¿dónde está “violencia”?, aunque con la actual ley mordaza
cualquiera que no piense igual que el PP es violento y está fuera de la ley,
salvo las cloacas del Estado y el Ministerio del Interior.
Señora Cristina Cifuentes,
permítame indicarle que es la violencia contra el turismo:
ü Violencia
contra el turismo es habernos cargado las costas de nuestro país para que
cuatro se hagan ricos con la especulación inmobiliaria y hostelera. Le puedo
poner como ejemplo el balneario que el pueblo de Valencia tenía en la playa de
las Arenas y que su partido el PP expropio y, vendió para construir un hotel de
alto lujo.
ü Violencia
contra el turismo es masificar de turistas zonas que no tienen servicios ni
infraestructuras.
ü Violencia
contra el turismo es haber generado en nuestro país un turismo para jóvenes
donde todo vale alcohol, drogas, etc.
ü Violencia
contra el turismo es pagar sueldos de miseria al personal que trabaja para la
hostelería.
ü Violencia
contra el turismo es atracar a los turistas con comidas y precios en algunos
bares y restaurantes que desprestigian el turismo de calidad.
ü Violencia
contra el turismo es que los trabajadores de la hostelería se tengan que
desplazar a las zonas turísticas dejando a sus familias, encontrándose en su
destino alojamientos de vergüenza a precios de locura.
Señora Cifuentes, mi concepto
de violencia sobre el turismo es completamente distinto al suyo y espero que su
concepto no prevalezca mucho en el tiempo.
