¿QUE SON LOS BANCOS ACTUALES?.

Si la palabra “BANCO” fuesen las siglas de una organización estas significarían: “BANDA ANARCOCAPITALISTAS NEOLIBERAL DE CONSPIRADORES  ORGANIZADOS”, pero dejémonos de definiciones y vallamos a la realidad de lo que son los bancos actuales.

A los banqueros en la época romana  se les llamaba argentarii (banquero), nummularii (cambista), y coactores (cobradores), pero cuando el imperio romano desapareció, desaparecieron las reglas de juego limpias, y aparecieron los “usureros”. En el siglo XX ante tanto cachondeo de la banca y sus consecuencias en crisis y guerras mundiales, se  pone en funcionamiento la “regulación financiera” en casi todos los países, para establecer las normas mínimas de la actividad bancaria y la competencia financiera y evitar las posibles quiebras bancarias. Como hemos podido observar esa hipotética regulación no existía y los bancos y los poderes financieros nos han llevado a la mayor estafa de la historia, pero claro, eso no lo hubieran conseguido sin la participación cómplice de nuestros gobernantes globales, que han legislado no para los pueblos sino para los interés de los poderes económicos, un buen ejemplo lo tenemos en el cambio de moneda y la regulación de los tipos de interés. Los gobiernos en lugar de limitar un máximo limitan un minino y de ahí para arriba que los neolibares hagan lo que quieran. Con el cambio de moneda ocurre lo mismo, antes el banco de España vendía y compraba divisas con un cierto control, pues nada, nuestros gobernantes sacan una ley donde fija el cambio de moneda pero no obliga a nadie a cumplirla. Yo me pregunto existirá la misma regla de juego para los que blanquean dinero.

Hace poco murió un banquero muy poderoso de nuestro país, yo como ser humano siento la muerte de cualquier persona y me alegro del nacimiento de un niño, pero cuando se muere y se nace hay diferencias entre los ricos y los pobres. El banquero que murió no hizo su fortuna por ayudar a los más necesitados, sino por hundir en la miseria a un montón de familias y ser cómplice de llevar a un país a la pobreza. En los medios de comunicación todos resaltaron el bien que había hecho por la comunidad, pero ninguno se atrevió a denunciar todas sus tropelías, seguramente por su complicidad o pensando de una forma ingenua por su desconocimiento.

Lo lamentable es que entre la ciudadanía y sobre todo entre la clase media y baja de nuestra sociedad, se piensen que son un bien social y que de algo tienen que vivir estos pobres banqueros nuestros.

Hay políticos que critican y ponen el grito en el cielo a la idea de aplicar una “quita” a la deuda del pueblo, tachando la idea de comunista e idealista, pero sin embargo cuando aplican una “quita” a los bancos lo hacen por el bien de la estabilidad económica y el pueblo.

En resumen: Nuestros gobernantes al pueblo le “quitan” sus ahorros y le aplican comisiones bancarias abusivas, lo fríen a impuestos y recortes para aplicarle “quitas” a los bancos y las cajas de ahorro.

LAS TARJETAS OPACAS.

En este país los ciudadanos nos levantamos cada día con una nueva noticia que empeora nuestra ulcera de indignación, ulcera que ya se está convirtiendo en un grave problema y nos hace plantearnos si debemos extirparla de raíz para siempre.

La última o mejor  dicho la antepenúltima noticia sobre las desvergüenzas de algunos de nuestros gestores o políticos es el tema de las tarjetas opacas. Al indicar antepenúltima lo hago porque seguro que cuando publique este articulo, el tema de las tarjetas ya habrá sido relegada por alguna o algunas otras fechorías de nuestros gobernantes.

Es lamentable escuchar algunas escusas que los usuarios de estas tarjetas han efectuado para intentar justificar lo injustificable, quizás la más desesperante es “yo no sabía que estas tarjetas eran ilegales o poco éticas”, cuando un ciudadano escucha eso piensa “o este tío es tonto o nos toma por gilipollas, y como tonto no es, la consecuencia es que nos toma por gilipollas”. A un ciudadano si su empresa o una entidad le dan una tarjeta y le dicen, “mira como nos gusta tu cara, te damos esta tarjeta para que la gastes en lo que quieras”, el ciudadano lo primero que se plantea es: ¡Estos me quieren comprar o blanquear pasta”, si no piensa eso, lo que pensamos los ciudadanos es que ¡este tío o es tonto de solemnidad y la siguiente pregunta es que hace un inepto de tan alta categoría en un cargo político!, y si sabe que lo están comprando entonces es un corrupto que no puede estar ni un solo segundo en la política.

Lo más lamentable de este tema de las tarjetas opacas es que ningún partido político ni ninguna institución haya abierto una querella a los DELINCUENTES en mayúscula, que han puesto en funcionamiento estas tarjetas, y estos delincuentes tienen nombre y apellidos Rodrigo Rato y Miguel Blesa. Pero estos delincuentes no actúan solos, son los testaferros de grupos de poder y del PP, demostrando que una de sus herramientas de trabajo es la corrupción y la compra de voluntades.

Yo quiero una tarjeta opaca de estas para comprar un poco de dignidad  en este país y, comprar un camión de basura para meter a todos estos elementos y tirarlos al basurero, aunque hay un problema son residuos altamente contaminantes y no se pueden echar en cualquier basurero, hay que enterrarlos bajo tierra como si fueran material altamente radiactivo.

A DIOS ROGANDO Y CON EL MAZO DANDO.

Cuando estudiamos la historia de un país o de un pueblo, siempre nos encontramos una alianza inseparable entre la religión y las guerras. Todas las pinturas, las grabaciones, las esculturas y las edificaciones tienen alusiones a batallas y guerras entre pueblos y siempre claro está, bajo el beneplácito o la bendición de un o unos dioses, espíritus o cualquier ente intangible que transmite valor a los contendientes.

Quien invento las religiones o las creencias en dioses abrió la caja de pandora para someter a los pueblos, realmente fue un “genio”. La creencia en los dioses lleva consigo el miedo a ser castigado en el más allá o en la tierra, por actos en contra de los principios u obligaciones que imponen los dioses, que mira tú por donde, son normas u obligaciones transmitidos por los dioses a algún humano muy espabilado, convirtiéndose en el propietario de la verdad, dueño del destino de los pueblos y por supuesto de sus bienes y riquezas.

Cuando un poseedor o poseedores de la verdad divina, quiere imponer sus criterios o creencias sobre otro pueblo o simplemente quieren someterlo, usan la religión como arma espiritual que les ungen del poder necesario para montar una guerra y arrasarlo todo. Al final y que yo sepa, en la historia del mundo, ningún dios se ha quedado con el botín de las guerras, han sido los humanos sin escrúpulos que han masacrado a los pueblos para quedarse con sus tierras y riquezas. Estos individuos maquiavélicos de la avaricia, no pueden decirle al pueblo que vaya a la muerte por defender o incrementar sus bienes, usando el temor a lo divino, y prometiendo el paraíso terrenal y la limpieza del espiritual.

Esta forma de actuar se ha mantenido en los tiempos, basta con recordar a los egipcios, a los romanos, a los árabes, a la santa inquisición y ahora a los católicos contra los islamistas o viceversa. Detrás de todas las guerras hay una motivación religiosa o creencia espiritual que defiende lo material, y es que hay una frase que lo define todo “a Dios rogando y con el mazo dando”.

EL NEGOCIO DEL ÉBOLA.

Volvemos a padecer otro año más los taques furtivos de los medios de comunicación, los años anteriores fueron las vacas locas, la fiebre aviar, el sida, la gripe china o la hipocondría colectiva sin sentido, este año le toca al ébola, aunque esta vez sí que está muriendo mucha gente y no es ninguna broma.

Los medios de comunicación, ¡y los incluyo a todos!, se han convertido en unos depredadores sensacionalistas sin importarles para nada las consecuencias dañinas que tienen sus noticias para la sociedad. Es increíble cómo se está tratando el único caso de ébola que hay en España, rallamos el más profundo ridículo a nivel mundial persiguiendo a la madre de la enfermera, una señora de casi ochenta años, que tirando de un carro de la compra es perseguida por un grupo de periodistas, preguntándole si tenía miedo de haber sido contagiada por su hija en las pasadas vacaciones de verano. Lo más lamentable es que ningún periodista tuvo el detalle de subirle el carro a la señora hasta el segundo piso donde vive. Si se moría de un sobre esfuerzo o de vergüenza, eso no importaba, ni era noticia, aunque seguro que algún periodista iluminado hubiera dicho que tiene síntomas de ébola teletransportado por ondas hercianas. Debo suponer que algún periodista se puede librar de esta depredación, pero me cuesta encontrarlo en las televisiones y las radios nacionales.

Que el 95% de las noticias del ébola estén en torno al caso español, es cuanto menos insultante para los miles de personas que están muriendo en África. Como siempre lo que ocurre en África nos pilla muy lejos y les afecta a esos pobrecitos negros, que viven en esas condiciones porque sus gobernantes son unos corruptos y no saben sacarlos de sus miserias. Ese racionamiento simplista y xenófobo es el que aprovechan los políticos del mundo para no hacer nada, y a los hechos me remito, el 80% de la ayuda que están recibiendo los países afectados es de la ONGE Médicos sin Fronteras y el 20% ayuda internacional, simplemente a los políticos mundiales les trae sin cuidado el tercer mundo, es más, me atrevo a decir que de una forma u otra están en connivencia con algún lobin farmacéutico que se va a poner hasta las trancas con un medicamento milagroso, descubierto hace algunos años pero que ahora lanzaran al mercado a unos precios prohibitivos para los hipocondríacos de las civilizaciones avanzadas, y los pobres de África a seguir muriéndose por ébola, pero eso sí, pronto dejaran de ser noticia en los telediarios.

Por cierto señores que manipulan los medios de comunicación, les recuerdo que llevamos 10 muertos en Cataluña por la legionela y eso no ha salido casi en sus noticias, y si lo hacen con 15 segundos es suficiente y al final del noticiario, cuando los espectadores están hartos de desgracias, sucesos y corrupción.