PARTE DE GUERRA SOBRE UNA
JUNTA ORDINARIA COMUNIDAD DE PROPIETARIOS
Este artículo describe el desarrollo de una junta de vecinos. Empezamos considerando que para la existencia de un mínimo orden y control en la comunidad, es necesaria la existencia del administrador o administradora, personaje que cuando se contrata es como los políticos prometer hasta meter, entre sus funciones prometen ser los salvadores de la comunidad y los representantes ante cualquier problema como si fuera el suyo, pero una vez conseguido el contrato su única función es la de recaudar la pasta y ser un mero administrativo, y cuando hay un problema, en lugar de dar soluciones te ponen más problemas, en resumen son como esos parásitos funcionarios necesarios para certificar los cadáveres de las guerras.
Empezamos por lo absurdo de la primera convocatoria que es media hora antes que la segunda, y que como todos saben nunca hay mayoría ni la primera ni en la segunda, no acude nadie ni el administrador ni el presidente. Pero comencemos con el parte de guerra que en términos formales se llama “Orden del Día”.
PRIMER PUNTO: LECTURA DEL ACTA ANTERIOR
Como siempre el administrador con el apoyo de algún vecino comenta “para que perder el tiempo con la lectura, todos recuerdan lo acordado, y hay muchas cosas que tratar”, por lo que se acepta por mayoría. Luego con el transcurrir del tiempo es cuando vienen las broncas, pues la mayoría de lo tratado no esta reflejado en el acta, y aquella obra que hace dos años se aprobó, resulta que no esta en el acta y la respuesta del administrador es ¡se siente!.
SEGUNDO PUNTO: ESTADO DE CUENTAS.
Después de 10 minutos de relatos por parte del administrador sobre pagos y cobros, todo se reduce a: cuanta pasta hay en la caja y quien debe dinero. Respecto de la pasta en la caja, como siempre hay lo justo para pagar lo imprescindible y ante la propuesta de cualquier vecino de subir la cuota y tener algo de remanente, el resto de vecinos de forma sobre natural se unen como si fueran a defender la patria ante un ataque judeo masónico, oyéndose comentarios como “ya ha salido el rico de la escalera”, “yo no pago ni un duro más”, etc, etc,. El punto se cierra manteniendo la cuota y la misma situación de precariedad en la cuenta.
Al llegar al apartado de los deudores o morosos, el cólera de las masas comunitarias llega a uno de los puntos de éxtasis mas relevantes de la junta, oyéndose frases como: “hay que echarlos de la comunidad”, “vaya morro, nosotros pagando y esa pelandusca que va cada día con un modelito no paga, pues yo tampoco”. Una vez calmadas las masas encolerizadas, se propone como siempre llevar a los tribunales a los morosos y es cuando empieza la carrera de obstáculos por parte del administrador, lo primero que informa es la tardanza del proceso, pues hay que hacer infinidad de tramites y algún que otro coste para la comunidad, demostrando el administrador las pocas o nulas ganas que tiene de curra, pues a poco que se conozca la ley, se modifico para efectuar los tramites legales de una forma rápida y sencilla.
En resumen este punto se cierra aceptando las cuentas que nadie entiende, manteniendo la cuota miserable y los morosos riéndose de los que pagan.
TERCER PUNTO: NOMBRAMIENTO DE NUEVOS CARGOS Y RATIFICACIÓN DEL ADMINISTRADOR.
Este punto comienza con la negativa de los nuevos directivos a la toma de posesión de sus honorables cargos, como siempre se aluden las siguientes excusas: “Yo no se de cuentas”, “yo casi nunca estoy”, y el comentario del más jeta de la comunidad es “pues que sea siempre el presidente de la puerta 6 que lo hace muy bien”. Pese a estos comentarios los nuevos mandatarios no tienen mas remedio muy a su pesar de ostentar los cargos por un año.
Respecto de la ratificación del administrador cuando se plantea el punto, se crea un silencio sepulcral entre todos los vecinos que contrasta con la algarabía del punto anterior al tratar el tema de los morosos. El administrador rompe el silencio con el típico comentario “si no están conformes con mi trabajo lo dicen y lo dejo”, en ese momento se producen miradas al suelo, cruces de miradas entre los vecinos, pero nadie dice nada, pese haber vertido pestes durante todo el año sobre lo inútil y lo chorizo que es el administrador. El punto se cierra con el comentario del vecino de la puerta 6 indicando que debe mejorarse los servicios del administrador, momento en el que todos vuelven a levantar la mirada y aguantar al in operativo administrador.
CUARTO PUNTO: RUEGOS Y PREGUNTAS.
En este punto es donde estalla el éxtasis de los vecinos y comienza batalla campal, sirvan como ejemplo los siguientes temas:
Tema de la limpieza: Si la limpieza se efectúa entre los vecinos, la guerra tiene tantos frentes como rellanos o plantas hay en la finca, los comentarios son “yo no limpio porque la guarra de mi vecina no limpia cuando le toca”, “a mi me da mucho asco limpiar la mierda de los demás”, “yo casi nunca estoy y no pretenderán que venga a limpiar, contraten una empresa”, la guerra llegue a su clímax cuando los de la planta baja comentan, “nosotros no limpiamos la mierda de todos”. Como siempre el vecino de la puerta 6, calma las masas indicando que la salida del problema pasa por la contratación de una empresa de limpieza, las masas se vuelven a encolerizar con respuestas como: “Yo no pago porque la guarra de mi vecina no limpie”, “ya esta el rico de la puerta 6”. El de la puerta 6 para cerrar el tema expone que se busquen presupuestos y en la próxima reunión se decidirá, en la próxima reunión el punto se cierra como en ésta.
Tema adecentamiento escalera: Ponemos como supuesto la pintura de la escalera como siempre propuesto por el vecino de la puerta 6. Se vuelve a monta otra guerra, pero esta vez entre dos bandos, los que están a favor de pintar y los que están en contra, los comentarios son unánimes, los que están a favor se basan en que “la escalera se pinto hace 10 años y está que da asco, con tal suciedad que parece que hayan cuadros modernistas en las paredes” y los que están en contra indicando que “a algunos les gustaría tener las paredes de su casa igual, pintar la escalera sería malgastar el dinero”, después de 15 minutos de tensa batalla, el administrador irrumpe proponiendo una comisión dirigida por el de la puerta 6 y algunos vecinos a favor de pintar, para buscar ofertas y traerlas en la próxima reunión. El quiebro del administrador es genial se ahorra el curro de buscar ofertas, pasando la pelota a los que se preocupan por la comunidad y cerrando el punto sin ningún responsabilidad por su parte.
Después de dos horas de intensa batalla, los vecinos retornan a su casa, los que quieren una comunidad limpia y ordenada derrotados y más cabreaos que un mono, por que la escalera sigue estando hecha unos zorros o zorras según mire, los vecinos ganadores escojonandose de los vencidos y el administrador contento por seguir un año más cobrando una pasta con el menor esfuerzo posible.
Respecto del administrador me falta nombrar al equipo de secuaces que le acompañan, compuesto de electricista, albañil, fontanero, etc., etc., que son raudamente llamados ante cualquier incidencia en la comunidad, pasando facturas de escándalo, pero como paga la comunidad nadie se preocupa si por cambiar una bombilla fundida te cobran una instalación eléctrica completa. El lema es “con las comunidades a saco que no se enteran”.
He querido exponer el desarrollo de una junta de vecinos ordinaria de vecinos muy simple, la cosa se complica hasta límites insospechados si hay que tratar la instalación de un ascensor o efectuar alguna reforma de gran envergadura, el tema puede durar hasta que en tu testamento hagas responsable a tus hijos o nietos de seguir con la guerra.
Perdonen que no me haya presentado, soy el vecino de la puerta 6, pueden llamarme como quieran.
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