Buscando
en Wikipedia algo referente al Ministro de Educación José Ignacio Wert, el
primer dato que he encontrado como no puede ser de otra forma es su fecha de
nacimiento Madrid, 18 de febrero de 1950. Este dato es el que más me ha hecho
reflexionar, dejando en un segundo término su carrera política y profesional.
La
fecha de su nacimiento es 7 años anterior a la mía, y eso me ha hecho
retroceder en mi menoría histórica para recordar mis años de estudiante.
Por
aquel entonces existía la escuela nacional donde íbamos los hijos de los
trabajadores, la escuela privada y la católica donde asistían los hijos de los
ricos, la burguesía y algunos hijos de de la clase trabajadora fieles adeptos
del régimen. El acceso a la universidad era exclusivo de los ricos, los
burgueses y de los fieles adeptos, sólo si algún hijo de trabajador era una
mente brillante se le becaba y apoyaba para ser un ejemplo de la benevolencia
del régimen. Sobre la metodología educativa mejor ni hablar, pues se basaba en
la memorización y el adoctrinamiento, mostrando una frontal repulsa al
raciocinio, las humanidades y la apertura religiosa o ideológica.
Cuando
llega la democracia uno de los primeros objetivos es hacer una educación y
cultura plural, donde no sólo los ricos, burgueses y las mentes privilegiadas
puedan acceder a la educación. Se consideraba injusto que el hijo de un rico
con una capacidad mediocre, pudiese tener unos estudios que el hijo de un
trabajador con la misma capacidad no podía tener. Para conseguir este objetivo,
con los impuestos y el sacrificio de todos se construyen escuelas y
universidades, se mejorar el sistema educativo haciéndolo más humano y
racional, aunque todo hay que decirlo, con algunos defectos que nadie ha podido
corregir, pero al final hemos conseguido que los hijos de los trabajadores
tengan unos estudios y unas cualidades que jamás se han conseguido en la
historia de España.
Para
acabar con este sueño hecho realidad, ha tenido que llegar el Partido Popular
aplicando recortes para implantar un sistema capitalista neoliberal,
haciéndonos retroceder en derechos laborales, sociales y educativos a aquellos
años de la dictadura tan añorados por nuestro Ministro de Educación. Sr. Wert,
no quiera justificar sus medidas haciéndonos creer que son en pro de la
eficiencia del sistema educativo y los requerimientos del mercado laboral,
ningún sistema educativo se puede basar en la eficiencia de unos pocos, cuando
además tienen más posibilidades económicas que la mayoría, y mucho menos en los
requerimientos neoliberales de los mercados, donde se pide mano de obra barata
y cualificada.
Sr.
Wert, vayase usted con Dios al cielo que seguramente la iglesia se lo habrá
concedido y, déjenos padecer con Satanás en el infierno los recortes y la
situación social que su partido el PP nos ha impuesto como castigo por haberles
votado.
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