Los amigos que entran en mi casa, entran en mi vida y por eso deben ser gente:
ü Que te mire a la cara y sus ojos no mientan y muestren franqueza.
ü Que te comprendan e intenten entenderte.
ü Que te ayudan cuando los necesitas sin ningún interés.
ü Que te muestran su forma de ser, de pensar y de proceder.
¡Que poco les pido a mis amigos y amigas!
Para mi no son amigos o amigas, aquellos y aquellas:
Ø Que visten y actúan de una forma intentando demostrar lo que no son.
Ø Que no son capaces de mirarte a los ajos, cuando te hablan por que mienten.
Ø Que hacen las cosas y planifican a tus espaldas.
Ø Que entienden por asertividad, hacer lo que te mandan los superiores sin rechistar y machacar a los inferiores, en términos coloquiales a esto le llamo ser un caracol, que significa arrastrarse, ser un baboso o babosa y tener apéndices.
Ø Los que pensando que tienen el poder, se permiten el lujo de gritar a los que creen que son sus inferiores, mostrando sus instintos más bajos y groseros.
Estoy seguro de que alguien pueden pensar que yo cumplo escrupulosamente estas características, a ellos o ellas solamente les pido que se contesten con sinceridad las siguientes preguntas:
v ¿Tienes muchos amigos y muy pocos enemigos?.
v ¿Duermes tranquilo por las noches?.
v ¿Cuándo te confiesa, le cuentas al confesor tus sentimientos y actos impuros?.
Mi respuesta a las 3 preguntas es:
v Creo no tener más de 5 enemigos.
v Duermo tranquilo, aún tomando café.
v Y yo nunca me confieso.
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