
El ejemplo que ha usado de la
estudiante y el empresario no sé si será de su cosecha o de otro, pero da lo
mismo, yo le pongo otro ejemplo:
Una hija, que no
necesariamente tiene que ser universitaria ni de izquierdas, le dice a su padre
un empresario, que tampoco tiene que ser de derechas, si se siente satisfecho
de haber dado de comer a muchas familias a cambio de su trabajo, y apenado de
haber dejado sin recursos a muchas familias, cuando ha cerrado sus empresas por
su interés económico o, las ha deslocalizado para ganar más. La respuesta del
empresario la dejo en suspense y que cada cual se la imagine como quiera.
El pensamiento del Sr. A.
Rogers, realmente no tiene desperdicio.
“El gobierno no puede entregar
nada a nadie si antes no se lo hay quitado a otra persona, cuando la mitad de
las personas llegan a la conclusión de que no tienen que trabajar porque la
otra mitad tiene que hacerse cargo de ellas, y cuando esta otra mitad se
convence de que no vale la pena trabajar porque alguien les quitara lo que han
logrado con su esfuerzo, eso mi querido amigo es el fin de cualquier nación, no
se puede multiplicar la riqueza dividiéndola”.
Este pensamiento, supongo, que
no demuestra realmente cual es el nivel de compromiso social que la Iglesia
Bautista, pero si tienen al Sr. Rogers como miembro destacado de su
organización, sus ideas no deben estar muy separadas. También me gustaría saber
que entienden el SR. Roger y la Iglesia Bautista por misericordia, igualdad y
fraternidad, pilares básicos de cualquier religión.
Sr. Rogers, la fórmula
matemática de “no se puede multiplicar la riqueza dividiéndola”, no es válida
para que una nación funcione, si unos pocos se enriquezcan y muchos se
empobrecen se ha generado algo que quizás usted Sr. Rogers no pueda entender,
la desigualdad y la injusticia.
Yo soy un trabajador que pago
mis impuestos, y entiendo que debo pagarlos para que exista un bienestar social
con toda la amplitud que esto significa. Sé que como en todas las sociedades
habrá gente que se aproveche de mis impuestos sin dar nada a cambio, pero eso
no significa que haya una mitad de ciudadanos que lo esté haciendo, ni que la
mitad de nuestros políticos sean unos parásitos corruptos, ni que la mitad de
nuestros empresarios sean unos neoliberales sin escrúpulos.
Entender a los miembros de una
sociedad como de “izquierdas o de derechas”, desde mi punto de vistas es muy
simplista. Propongo cambiar estos calificativos por los de “éticos” o
“morales”, dejando muy claro que lo contrario es ser “injusto, deshonesto,
deshonrado e indecente”.
Soy de izquierdas porque
alguien me pone esas etiquetas por mis ideas, pero sobre todo me gustaría ser
ético.
Un saludo
Pascual Pérez.
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