LAS VIEJAS FORMAS DE MENTIR EN POLÍTICA.

Cuando en la dictadura luchamos por cambiar las cosas y cambiar la mentira institucional por la más sana y limpia verdad, no nos imaginábamos que aquella represión, que la cárcel, las carreras de las manifestaciones, las reuniones ilegales y las hostias de los grises al final no sirvieron para nada, como dice la canción de Ismael Serrano “debajo de los adoquines no había arena de playa”.

En estos 40 años de democracia nos hemos encontrado de todo en política, pero lo peor es que el 90% ha sido malo o muy malo para los de siempre, la clase trabajadora.

Nuestros políticos bipolares en las siglas de sus partidos PP y PSOE, que no en la realidad, están donde siempre ha estado el PP a la derecha, y el otro ha cambiado del centro izquierda al centro derecha. El bipartidismo se ha encargado de hacer de la política un nido de corrupción, donde la derecha ha hecho lo de siempre, comprarlo todo, por ejemplo: voluntades, estómagos agradecidos, sindicatos, medios de comunicación, vender empresas rentables a sus amigotes, rescatar a los bancos especuladores, etc... Del PSOE poco hay que hablar, simplemente decir que ha sido una compra más de la derecha, y si no, que alguien me explique lo de las puertas giratorias de sus dirigentes o los ERES de Andalucía.

Aldous Huxley dijo: “En ningún momento de la historia del mundo, la mentira organizada se ha practicado con menos vergüenza, o por lo menos, gracias a la tecnología moderna, más eficientemente o en una escala tan amplia, que por los dictados políticos y económicos de este siglo.” Este mismo escritor dijo otra frase que le viene que ni pintada a nuestro presidente en funciones Sr. Rajoy, “la indiferencia es una forma de pereza, y la pereza es uno de los síntomas del desamor. Nadie es haragán con lo que ama.” Este escritor que nació el 26 de julio de 1894 y murió el 22 de noviembre de 1963 era también futurólogo, o la política ha sido y será siempre una mentira.

Hay otra frase de George Orwell que dice: “El lenguaje político está diseñado para que las mentiras parezcan verdades, el asesinato una acción respetable y para dar al viento apariencia de solidez.”

Cierro este articulo con otras dos frases:

 “Al problema de que los políticos mientan se añade el que haya gente que les cree” y la mejor y más corta de todas, “me encanta oír la mentira cuando conozco toda la verdad”.

África ese continente al sur de nuestra conciencia.

Cuando hablas con la gente del norte que no ha tenido oportunidad de visitar África casi siempre hacen los mismos comentarios que, si ¡qué miedo con las enfermedades y miseria que hay por allí!, que si las vacunas, que si los hoteles están hechos un asco, que si hay fieras que te pueden comer, que si hay esto, que si hay lo otro, que si hay lo de mas allá, en fin, una retahíla de “que si hay”. Estas excusas o comentarios se efectúan desde el más profundo desconocimiento de África.

Mi primera visita fue a Egipto, menudo país, lleno de cultura y de gente amable, lástima que se encuentre en esa situación de inestabilidad política que daña una fuente de sus principales ingresos como es el turismo.

Mi segundo país fue Túnez, otro país repleto de arqueología romana y de un desierto espectacular, salpicado de oasis de película.

Mi tercer país fue Marruecos, realmente no puedo decir que disfrute del país, pues sólo estuve tres días en Maraquees, pero bueno no fue una mala experiencia.

Mi cuarto y último país visitado ha sido Kenia, este país me ha impactado realmente, pues he conocido la naturaleza en su máxima expresión. Sus parques naturales son el último reducto de vida salvaje donde conviven toda clase de animales de una forma equilibrada y respetuosa.

Cuando me hablan de miedo por visitar estos países africanos mi respuesta no puede ser otra que: deja el miedo para los malos políticos, las multinacionales que explotan a estos países y que ya vienen a por nosotros, del estrés que nos consume día a día, de un mundo consumista y sin respeto por la naturaleza.

He conocido en Kenia a dos directores de hoteles o campamentos que han vivido en grandes ciudades, y han tomado la decisión de cambiar de vida, fue curioso que sus comentarios fueran los mismos “cuando me despierto por las mañanas el estar aquí es un regalo”.