Artículo
del País de FERNANDO GAREA Madrid 2 JUN
2015 - 19:30 CEST

El
PP utilizó para ello una enmienda de CiU que iba mucho más allá y ambos grupos
pactaron. El texto aprobado añade en el artículo 520 de la Ley Enjuiciamiento
Criminal, referido a las detenciones, un párrafo nuevo que asegura que “se
deberán adoptar las medidas necesarias para asegurar el respeto a sus derechos
constitucionales al honor, intimidad e imagen en el momento de practicarse así
como en los traslados ulteriores”.
Si
este precepto hubiera estado en vigor podía haber sido invocado recientemente
en el caso de Rodrigo Rato, cuando fue detenido y trasladado por agentes del
Servicio Aduanero a la vista de todos y con posibilidad de captar imágenes del
momento en el que era conducido. El pasado sábado el presidente del Gobierno,
Mariano Rajoy, achacó la derrota electoral de su partido al “martilleo
constante en las televisiones” de los casos de corrupción. Y recientemente el
ministro de Justicia, Rafael Catalá, abogó por reformas para impedir la
publicación de sumarios judiciales.
La
ley de Enjuiciamiento Criminal que ha pasado el trámite de comisión sustituye
el término imputados por el de investigados, entre otras novedades.
Señoras
y señores del PP y CIU, dejen ya de insultar a los ciudadanos de este país. No
les parece vergonzoso ocultar al pueblo la cruda realidad de corrupción que
invade los pilares del PP y CIU, y sin embrago no mostrar ninguna compasión con
las imágenes mostradas en los telediarios, cuando la policía carga contra gente
que protesta por sus derechos o por evitar un desahucio, pero claro, estos como
dice la rancia y medieval dirigente del PP Esperanza Aguirre “son sóviets de
distritos” pagados por “bolivarianos y venezolanos” que quieren “romper el
sistema demacrotatico occidental”, y que “Si Podemos gana, será la última vez
que votemos libremente”. Escuchando esto sólo se me ocurre que ha esta mujer le
pueden estar pasando dos cosas, o las dos a la vez, que con la edad se le esta
yendo la inteligencia y este haciendo un viaje de regreso a sus antiguas raíces
franquistas, o que tengan una ambición de poder tal, que ponerse al lado de la
extrema derecha de este país le da igual. En el PP Esperanza Aguirre ya no
tiene futuro, pues se cree la política más honrada de este país, aunque los que
ella ha puesto en cargos políticos estén en la cárcel o imputados. Seguramente
acabara formando un partido parecido a España 2000 y como miembro de honor a
Rouco Várela.
Señoras
y señores del PP y CIU, no hay que cambiar las leyes para ocultar sus
vergüenzas, deben cambiarse ustedes para no dar vergüenza en los telediarios a
los ciudadanos de este país.
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