En el periódico digital 20
Minutos del 04.06.2015 aparece la siguiente noticia:
El ministro español de
Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, dijo que si no comenten
errores, "en los cuatro próximos años llegaremos a 20 millones de puestos
de trabajo". "Nuestro récord histórico", ha apostillado el
ministro, en referencia a su partido, el PP.
Margallo ha dicho también
que las reformas acometidas por el Gobierno en España en los últimos tres años
han tenido un "enorme coste electoral y un enorme coste político".
Maragallo indico:
"España ha pasado por enormes dificultades que han obligado al Gobierno, a
toda la nación y a toda la sociedad, a hacer sacrificios importantes. Señaló
que desde el Ejecutivo de Mariano Rajoy se ha acometido un "enorme
esfuerzo" de consolidación fiscal, de ahorro presupuestario, de
saneamiento financiero y de reformas estructurales "que han tenido un
enorme coste electoral y un enorme coste político".
Mi comentario sobre las
declaraciones de Margallo no puede ser otro que este señor quiere aplicar a su
partido el PP el “cuento de la lechera”.
La vaca que les da la leche
esta tan escuálida que es incapaz de dar ni una sola gota de lecha,
metafóricamente la vaca es el pueblo, y sobre todo la clase trabajadora y los
pequeños empresarios. Es evidente que en este país los únicos que hemos hecho
un enorme esfuerzo para sanear las cuentas financieras de los neoliberales
somos los de siempre.
La lechera, el ministro
Margallo, de camino al mercado para vender su mercancía, que en este caso en
lugar de leche, en el recipiente lleva corrupción, frustraciones, recortes,
paro, desahucios y un pueblo desesperado, en definitiva el estiércol de la vaca
muerta, piensa que si se firma el
tratado de libre comercio transatlántico más conocido por las siglas TTIP,
conseguirá vender el estiércol a precio de oro y comprarse otra vaca o lo que
es lo mismo continuar en el poder.
El pueblo debe ser
consciente de lo que significan los sueños del PP y los neoliberales del TTIP.
Como en el cuento debemos hacer que tropiecen y se les rompa el cántaro, para
que no puedan vendernos como esclavos, pues es la única forma que tienen de
generar esos cuatro millones de empleos que prevén.
El pueblo tiene la
suficiente fuerza para que en las próximas elecciones generales quien gobierne
no firme ese tratado y luchen por un pueblo con dignidad.
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