Querida
Inda.
Como
la última vez que te hice una consulta di mi nombre y me cayó la del pulpo,
esta vez te daré mi seudónimo para que no me conozca nadie, soy “el discolo
moderao”.
Mi
consulta es la siguiente: El día 8 de marzo como sabes se celebra el “día
internacional de la mujer”, y en una cadena de televisión para conmemorarlo
pusieron un antiguo anuncio publicitario de un coñac o como se llama ahora
brandi, donde el hombre le da una bofetada a la mujer por no tener brandi en su
casa, la siguiente escena muestra al hombre con una copa de brandi en la mano y
la mujer muy sumisa abrazándolo con cara de felicidad.
Antes
de contar mi problema quiero expresar en primer lugar mi total repulsa contra
la violencia de género, y el acto de cobardía que supone que un hombre pegue o
maltrate de la forma que sea a una mujer.
Dicho
esto mi querida Inda paso a exponer mi problema: Yo muy de vez en cuando suelo
tomar un poco de coñac después del café, y mira por donde fui en busca de la
botella de coñac, encontrándome que la botella había desaparecido, le pregunto
a mi compañera (como se dice ahora, pues lo de mi mujer suena como posesivo y
está mal visto), ¿cariño sabes dónde
está la botella de “Cardenal Mendoza”?, mi compañera responde con otra
pregunta, ¿Qué eso de “Cardenal Mendoza”?, ¡con lo ateo y rojo que tú eres!, yo
le explico, “me refiero a la botella de coñac”, mi compañera contesta, ¡donde
va estar, sazonando el pollo que te acabas de comer!. En esos momentos me suben
todos los calores a la cabeza y contesto, “¡coño que esa botella vale una paste
y podías haber comprado una barata para esas cosas!”, ¡pa que habre dicho na!, observas
cómo se pone roja como un tomate, se le salen los ojos de las orbitas y
contesta, “¡encima se queja el señoritango, si quieres coñac vas y te la
compras, así te enteraras de lo cara que esta la vida!”. La ristra de reproches
continua con, “¡ya me lo decía mi madre que no me casara contigo, que eres un
manta, un mal marido y ahora descubro que eres un borracho, y es que una es tonta,
el día menos pensao me largo y que os den a todos, que os tengo muy mal
aconstumbraos!. Uno intenta poner un poco de calma ante la tensa situación y
dice, “no te preocupes cariño, ya me pongo lo que sea”, pero recibes como
respuesta, otra mirada de esas que se echan los pistoleros en las películas del
oeste, antes de liarse a tiros en un duelo en medio de calle.
Ante
esa situación, voy al armario y cojo una botella con unas letras muy raras, no
sé si son chinas, rusas o árabes, pero me da igual, echo un poco de ese líquido
con color raro en la copa especial de “Cardenal Mendoza”, y al poco rato noto
que las tripas hablan solas y me dice “corre al wáter que no llegas”. Llevo
unos días tomando de ese licor raro y he adelgazado sobre 10 kilos por las
cagaleras, se me está cayendo el pelo y no me la encuentro cuando voy a mear.
Querida
inda, ¿qué hago?, sigo tomando de ese licor hasta que la palme y se jodan
todos, bueno pensándolo bien esta no es una buena idea, pues el primero que se
jode soy yo, y seguro que siguen adobando el pollo con “Cardenal Mendoza” y
diciendo cuando se lo coman, ¡pobrecito con lo que le gustaba este coñac!. Otra
opción es que “achante la mui”, baje al super y compre dos botellas de coñac,
una de “Cardenal Mendoza” que guardare bajo llave, y otra de la mala para
adobar el pollo. Hay una tercera opción, pero esa me la cayo, pues puede
peligrar mi integridad física.
Querida
Inda, quedo a la espera de tu sabio consejo.
Recibe
un abrazo de tu fiel seguidor “el discolo moderao”.
No comments:
Post a Comment