EL ABORTO.

Como consecuencia de la propuesta de modificación de la ley de plazos sobre el aborto llevada a cabo por el Partido Popular, en los últimos meses se está reavivando la polémica entre la ciudadanía. Yo pienso que el reavivar esta polémica es una estrategia del PP para que hablemos de este tema y, no critiquemos el estado lamentable en que se encuentra nuestro país, envuelto en el paro, la corrupción y la estafa de los bancos.

Yo estoy a favor del aborto con una ley de plazos que asegure la diferencia entre un embrión y un feto, y que dé a la mujer y a su pareja (si la hay) la libertad de decisión. Se y entiendo, que cada uno puede y debe tener su propia opinión o posición  ante este tema, pero lo que no puedo entender y admitir es que la iglesia imponga sus ideologías o doctrinas a una sociedad moderna y democrática. ¿Cómo es posible que la iglesia luche con tanta fuerza contra el aborto diciendo que desde el primer momento de la gestación hay un ser vivo y, sin embrago la cruz presidiera las matanzas contra los indios en las América, la inquisición contra los que no pensaban como ellos, las cruzadas contra los árabes, no haber salvado vidas en la guerra civil de gente que pensaba distinto de ellos o estar a favor de la pena muerte?, esta postura de defensa de un embrión frente a una vida real de un ser humano es cuanto menos y por llamarlo de una forma suave “chocante”.

Para terminar indicar otra contraposición curiosa de la iglesia, estar en contra del aborto y a su vez de los anticonceptivos, que esperan que nuestros jóvenes practiquen la abstinencia que ustedes promueven y que en algunos de ustedes se ha demostrado no se cumple.

Por cierto, no se preocupen por qué aborten las compañeras de los que tenemos más de 50 años, por algunos casados y por los parados que no pueden llegar a fin, ya practicamos de motu proprio la abstinencia carnal y el que diga que no, ya puede empezar a rezar por que es un mentiroso e ira seguro al infierno, ¡aunque no sé yo, si no merece la pena ir al infierno!.