El 14 de enero de 2014 en el
programa de radio “La Voz Silenciosa” de la emisora “Turadiopuntocom” que se
emite los 365 días del año a las cero horas, realizado por José Francisco Díaz
Salado y, aprovecho estas líneas para invitaros que lo escuchéis, efectuó el
siguiente comentario: “Hoy mi abrazo más
intenso e inmenso para los funcionarios locales, regionales o nacionales, al
fin y al cabo es un colectivo al que yo denomino pararrayos, todo lo que sucede
en el mundo laboral, toda disfunción, crisis, problema de cualquier tipo es
culpa de ellos. De todo hay señores, como en rebotica, hay funcionarios modelo que
son profesionales como cualquier otro, cobran de la administración y soportan
estoicamente que el administrado les restriegue que es el quien le paga el
sueldo, pues va a ser que no, cada cosa en su sitio, el funcionario paga
impuestos, cotiza a la seguridad social, es decir, es un ciudadano normal y
corriente. Si no cumple con su trabajo que los echen, a si de sencillo, así de
fácil, el problema es que los jefes no ven si cumplen o no porque casi nunca están”.
Yo estoy totalmente de
acuerdo en que el funcionario es un ciudadano normal y corriente, pero no hay
que olvidar la imagen que se arrastra del pasado, donde el funcionario detrás
de una ventanilla era poco menos que el amo de los ciudadanos y si en la cabeza
llevaba una gorra de plato se elevaba a la categoría de dios. Por suerte ese
tipo de funcionario ha ido despareciendo con el tiempo, pero la frase “hazte
funcionario y tendrás la vida resuelta”, ha sido la más escuchada hasta
nuestros tiempos por aquellos que buscaban un trabajo o una forma de vivir. El
estereotipo del funcionario antiguo y caduco ha cambiado radicalmente en todos
los aspectos, ahora es un ciudadano más y respecta a los ciudadanos, aunque
siempre te encuentres con algún espécimen raro.
Respecto del comentario
“soportan estoicamente que el administrado les restriegue que es el quien le
paga el sueldo”, es indiscutible que es el ciudadano quien contribuye a que los
funcionarios cobren, pero eso no da derecho a ningún tipo de desprecio o
reproche, pues todos cobramos un sueldo gracias a otros, por ejemplo, yo cobro
un sueldo gracias a que un empresario a puesto una fabrica y que unos empleados
aprietan tornillos o montan piezas en un coche, y todos cobramos porque hay una
persona que compra un coche, cerrando de esta forma el circulo del sistema
económico y social, bien sea capitalista o comunista.
La frase que verdaderamente
a motivado este escrito es: “Si no cumple con su trabajo que los echen, a si de
sencillo, así de fácil, el problema es que los jefes no ven si cumplen o no
porque casi nunca están”. José Francisco, tienes toda la razón, el problema del
rendimiento de los funcionarios es de quien los dirige, yo no sé si es porque
no están para verlo o porque siguen siendo los funcionarios de
antes pero sin corbatas. La solución del funcionariado pasa por que los políticos que se eligen democráticamente pongan los remedios necesarios, pero el problema es que los políticos se creen funcionarios de pleno derecho elegidos por el pueblo y no por medio de oposiciones, con derecho a cobrar sin currar ni dar explicaciones a nadie, y claro está, con esos principios de ineficiencia como van a hacer funcionar a los jefes de los funcionarios.
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