
Usando el
lenguaje del juego comencemos.
El
especulador de la pareja “A” dice “TRUCO”, el banquero como señal de
satisfacción abre los ojos y se sonríe. El especulador se juega un piso que
vale por ejemplo 20€, pero como buen jugador de truque dice que vale 200€, le
toca hablar al político que juega con la pasta de los ciudadanos y sin contar con ellos, dice “RETRUCO”, el especulador
abre la única carta buena que tiene, el político se acojona y dice “PASO”. El
ciudadano con cara de tonto le da los únicos 200€ que tiene al político para pagar al
especulador. Pero cuando el especulador recoge
la pasta el banquero le dice, déjame el dinero que yo te lo guardo en mi
casa, allí no hay ningún control ni tienes pagar impuestos, vamos es un paraíso
fiscal.
Como el
político no juega con su pasta y el especulador es insaciable, el político
decide sin contar con el ciudadano jugar otra partida. El especulador tiene la
pasta en el paraíso fiscal y no quiere arriesgarla, pero el banquero que es muy
listo dice, ¡señor político no se preocupe usted!, yo le presto 200€ a través
de su caja de ahorros para que juegues la partida. El político sin contar con
el ciudadano acepta la partida. Por cierto el ciudadano se encuentra en el
wáter con una diarrea de mil demonios. Comienza la partida, ni que decir tiene
que el banquero juega con las cartas marcadas y sabe lo que tiene cada uno.
Esta vez comienza la partida el político y como no juega con su pasta dice
“TRUCO”, el banquero inmediatamente dice “RETRUCO, ENVIDO, LA VEO”, el político
se acojona tira las cartas y sale corriendo.
Una vez
terminada la partida el especulador le pide al banquero su parte, pero este le
responde que el político no tiene dinero para pagarle, y por tanto la pasta que
tiene especulador en su banco de un paraíso fiscal ni tocarla hasta que cobre
la deuda. El especulador llama a sus amigotes y montan una banda llamada
“mercados”, pero como son muy cobardes no se meten con el banquero, pero se
dedican a acojonar al ciudadano para que pague la pasta que debe la caja de
ahorros.
Respecto del
político que sabe un “RATO”, desaparece del mapa asegurándose una indemnización
de locura por el mal trago que ha pasado durante la partida, y haciendo
desparecer todo documento que lo comprometa ante los ciudadanos.
Una vez
terminada la partida nos encontramos que:
ü
El especulador tiene un montón de pasta en
paraísos fiscales que no pueden ni tocar. Pero eso sí, la banda de los
“mercados” está dejando el salón de juego hecho unos zorros.
ü
Los banqueros que tiene la pasta de todos
(400€), y a los ciudadanos nos tienen cogidos por los huevos con “una prima”,
por cierto muy puta ella, llamada “de riesgo”.
ü
Los políticos que se han asegurado pan y chorizo para una
temporada, justifican sus fechorías ante los ciudadanos inventándose la “deuda
soberana”, y digo yo, ya que es “soberana” y esto es una monarquía, que la
pague el soberano y no los ciudadanos.
ü
Los ciudadanos nos hemos quedado sin pasta, sin
bienestar social y con una cara de gilipollas, que dudo mucho que el 15M nos
las pueda arreglar.