CUANDO LA DEMOCRACIA SE USA PARA INSULTAR A LOS CIUDADANOS

Como cada cuatro años y siguiendo el ritual de la democracia, se acercan las elecciones municipales, con toda la parafernalia populista que conlleva.
Hemos llegado a un extremo donde este ritual se convierte en un insulto a los ciudadanos y ciudadanas, y me explico. Durante cuatro años los encargados de gobernar el pueblo se han estado cachondeando de los ciudadanos, ejemplos muy claros son:
• Incremento del impuesto del IBI en alrededor de un 50%, para poder pagar la enorme deuda adquirida como consecuencia de su mala gestión y el despilfarro. Pero lo más grave es que tienen el morro de echar la culpa del incremento al gobierno central, y aplicar unos valores catastrales a las viviendas muy superiores a la media del mercado. Yo pregunto, ¿si el precio de las viviendas está bajando, porque no recalculan los valores catastrales?.
• Lo de los parkings no es de recibo, encima que no obligan a la constructora a terminar las obras y cumplir lo acordado, se convierten en promotores, vendiendo terreno público como privado, pero esto no es lo más grave, lo peor es que le pagamos a la constructora los parkings construidas a precio de oro. La interventora indica que hay cosas que no están claras y los que gobiernan a la echan a la calle. Esto sería un buen guión para el inolvidable Berlanga.
• Durante cuatros años nos ha estado literalmente comiendo la basura en las calles, y ahora por arte de magia aparece un camión nuevo baldeando las calles, un ejército de currantes reparando chorradas. Para cachondearse aún más de los vecinos, ponen unos carteles que dicen: “El baldeo de las calles se hace entre martes y viernes de cada semana, estamos baldeando su calle”, para estos vendedores de mentiras las semanas 1.460 días (a años).
• El colmo de la estupidez y un insulto a la inteligencia de los ciudadanos, lo ha conseguido algún iluminado que ha decidido pegar un adhesivo en los suelos donde hay un problema, el adhesivo dice: “incidencia detectada, estamos trabajando para mejorar Mislata”. El iluminado si de verdad quería identificar las incidencias, debería haber comprado unos 40.000 adhesivos, que son los necesarios para identificar los problemas viales de Mislata, y si los hubiera identificado con lo adhesivos el pueblo parecería como un gran tablero de ajedrez. Como es de suponer los adhesivos una vez pasadas las elecciones desaparecerá y el problema seguirá en la vía pública. Mi pregunta es: ¿Dónde está la banda que pagamos todos, para que asegure que la vía pública sea segura y esté en condiciones durante todo el año, y sobre todo cuando una contrata levanta una calle y nadie se asegura que la dejen en perfecto estado?.
• Lo que más me indigna como ciudadano de Mislata, es tener un gobierno que se pasa la seguridad vial de sus ciudadanos por el arco de triunfo, y me explico, hace casi un año instalaron señales luminosas en algunas partes del pueblo, estas señales han estado apagadas sin ninguna justificación hasta la semana pasada. Seguro que estos especuladores de la seguridad ciudadana, dirán que Mislata ahora es vialmente más segura por que han encendido las señales, vamos lamentable, a estos les importa bien poco que un ciudadano sea atropellado en un paso de cebra por no estar en las mejores condiciones de señalización.
• Su actitud respecto del hospital militar no tiene nombre, cuando hay que luchar se esconden por si hay ostias, pero a la hora de figurar en una foto, que no en la calle, hay están ellos sacando pecho. La sanidad y la educación pública les importa un bledo, el negocio está en la privada.
Ciudadanos y ciudadanas, se que votar se ha convertido en algo muy difícil, porque entre tanta corrupción, tanto insulto, tanto y tú más, tanto impuesto, tanto vividor y tan jodidos como estamos, uno se plantea si merece la pena ir a votar.

LA MODA DE LOS MERCADOS MEDIEVALES.

En los últimos tiempos están cobrando protagonismo los denominados “mercados medievales”. Hace pocos días tuvo lugar en mi pueblo uno de esos “mercados”, pero en esta ocasión y como nos tienen acostumbrados nuestros gobernantes cuando llegan las elecciones, fue un ¡mercado medieval a lo grande!, justificado esta vez por un acontecimiento histórico que ocurrió en Mislata hace 400 años en el mes de noviembre, pero que por alguna pócima mágica se adelanta al mes de abril, justo un mes antes de las erecciones, ¡perdón me ha traicionado el subconsciente!, quería decir elecciones.
Una de las partes más importante del mercado, como es evidente, es el comercio. Los precios de los artículos que se venden en su mayoría son abusivos, pero sumergidos en el canto del Medievo, que te claven el doble por una cosa inútil o inservible no te duele, pero si ese precio te lo cobra el comerciante del barrio, lo pones a caer de un burro por ser un chorizo y no lo compras, y hablando de chorizos, si no te andas con ojo te venden un chorizo de cantimpalo por un ibérico de 5 jotas. Pero dejemos a los comerciantes, que la mayoría más o menos se ganan la vida de forma honrada, ganando una miseria como en la edad media.
Para darle mayor ambiente medieval llenaron las calles de paja, que seguramente nos costaría una fortuna y luego la paja no serviría para nada. Lo de los animales fue maravilloso, había gallos, cerdos, cabras, camellos de los de joroba y supongo que de los otros también, más que nada por el olor que en algunos sitios había, en resumen estaba representada toda la fauna animal.
Cuando paseaba por el mercado me pregunte, ¿qué diferencia hay entre los tiempos medievales y los de ahora?, la respuesta está en los diferentes escenarios del mercado, que bien podrían ser un fiel reflejo del pasado en nuestros tiempos, y me explico:
Los comerciantes medievales se pueden comparar con los precarios autónomos actuales, donde las administraciones los masacran con leyes e impuestos que nos les permiten vivir de forma holgada.
Los plebeyos se pueden comparar con los actuales ciudadanos. Se les engaña con cualquier cosa, antes con ejecuciones públicas, con la religión, o con fiestas, ahora se les engaña con carreras de coches, o con programas basura en la tele, la cosa es estar entretenidos y no pensar en los impuestos abusivos que se les cobran, a cambio de deficientes servicios sanitarios y educativos públicos, o de un paro que no hace más que crecer día a día, y un empeoramiento de la sociedad del bienestar que tanto nos ha costado lograr.
Los señores del Medievo se pueden comparar con los gobernantes actuales, los señores montaban esos espectáculos, para pasear entre el pueblo su poder y vanidad, para que se les vea, se les admire y se les rinda pleitesía, pese a usar el despotismo como estrategia y forma de gobierno.
En resumen, excepto los coches, la televisión, las aeronaves y algunos medicamentos, nada nos diferencia del Medievo.
Es de agradecer a nuestros gobernantes, que de vez en cuando recuerden al pueblo su situación o posición social, y nada mejor que usar el escenario de los “mercados medievales”.
Me gustaría saber la pasta que nos ha costado el sarao, según mis cálculos deberá estar por los 200.000€, cifra insultante en la situación económica y social actual del país. Seguro que si los ciudadanos conociesen la cifra, alguno le habría dado utilidad a los aparatos de tortura que se exponían en el mercado, pues ya que nos gastamos la pasta, ¡habrá que sacarle alguna utilidad, digo yo!.

Entrevista a Francisca Tebar Moreno

Paquita, como la llaman su familia y amigos es una mujer de mediana edad, más bien joven, ni alta ni bajita y con el cabello negro y largo. Su cara refleja esa simpatía agradable y sincera de la Gente Corriente que nos ayuda a conseguir una vida más agradable.
Con ella he compartido dos cortos pero agradables ratos, que han sido suficientes para intuir que su vida se asienta sobre tres fuertes pilares su familia, su trabajo y la gente que ha estado junto a ella en su vida como artista.
De su vida como sanitaria no tengo referencias, pero estoy seguro que debe ser una gran profesional, y que trabajar junto a ella debe ser reconfortante, pero con el compromiso del trabajo bien hecho y el respeto y cariño de los pacientes y compañeros.
El motivo por el que hoy tenemos entre nosotros a Paquita, no es otro que el conocer una parte de su vida muy importante para ella, esa parte es la artística. Según me han contado empezó desde muy pequeñita a moverse por los escenarios, haciendo algo que lleva en la sangre “el baile”, yo no sé si me equivoco al calificarlo de “andaluz, sevillanas, folclórico o español”, eso creo que da igual, lo más importante es que a través de su “baile” estaba dando a conocer el arte, su arte.
Me imagino a esa chiquilla viajando de pueblo en pueblo durante las calurosas veraniegas noches de festejos, transmitiendo en los escenarios de sus plazas la alegría que lleva dentro, sin importar el cansancio de tanto trasnochar, de tanto kilometro, de tanta incultura mostrada por algunos energúmenos que no entienden el arte, de tanto nervio antes de un estreno o una función.
Pero como suele ocurrir en este país, poca gente puede vivir del arte, y Paquita no ha sido afortunada con esta posibilidad, pero sigue manteniendo su ilusión por el arte y sobre todo manteniendo las amistades con el mundo de la farándula.
Gracias Paquita por estar esta tarde con nosotros, y en este tu programa Gente Corriente y tu radio la Radio Municipal de Manises.